Hugo Chavez & Barack Obama in The Daily Show

El Che venezolano

El Che fue un criminal de la peor calaña. Después de su primer asesinato en las montañas de Cuba, un guajiro acusado, sin pruebas, de colaborar con el ejército, le escribió a su esposa que estaba “sediento de sangre”, y de allí en adelante, bajo las órdenes de Fidel, fue responsable o ejecutor directo de innumerables asesinatos por el delito de pensar distinto. Instituyó “el odio y el terror” como política de estado, ya que consideraba que la “muerte” de los enemigos de la revolución era la única forma de construir el “socialismo” en la “patria” de Fidel, que ni siquiera era la suya. Nunca unos lemas, “Socialismo o muerte” y “Patria o muerte”, usados por el Che y Fidel, fueron tan auténticos. También fue el instrumento de Fidel para arrasar con las instituciones que presidió, gracias a su conocida incompetencia tanto en el ámbito militar como en el administrativo. Sólo fue competente asesinando disidentes. Ese fue su gran mérito y sólo por eso debería ser recordado.

Hoy Fidel tiene a otro Che, un militar golpista que traicionó a su juramento y a su Patria y hoy desgobierna a Venezuela. Los tiempos han cambiado y los métodos también, pero el objetivo es el mismo: instituir “el odio y el terror” como política de estado. Para eso reconstruyó el lema “Patria, socialismo o muerte” y lo está aplicando bajo la mirada complaciente de su amo. Sólo que ahora la muerte no siempre es física sino también moral. El Che venezolano está asesinando de diversas formas a los disidentes, a través del uso de los poderes y de la indigna fuerza armada como instrumentos del odio y el terror.

¿Cuántos venezolanos han sido asesinados, física o moralmente, como producto de la violencia que genera la impunidad? ¿Cuántos por la violencia política generada por el discurso de odio del Che venezolano. ¿Cuántos venezolanos se encuentran en las cárceles, sin sentencia o con sentencias absurdas que en el fondo son políticas? ¿Cuántos se encuentran huyendo del sistema de injusticia que impera en el país, con fiscales y jueces sumisos? ¿Cuántos compatriotas han dejado el suelo patrio buscando oportunidades porque aquí sólo las tienen los lacayos?

El Che venezolano también ha seguido al pie de la letra las órdenes de su amo, al arrasar con todas las instituciones. Los poderes están arrodillados ante él y los organismos públicos, con la excepción de los que sirven para perseguir a la disidencia, han sido desmantelados siguiendo el ejemplo del Che en Cuba. La venganza política y la incompetencia son los objetivos de las instituciones públicas en Venezuela.

El mundo fue testigo del destino de los compatriotas que fueron enviados al paredón de fusilamiento moral con sentencias de hasta 30 años, mientras los verdaderos asesinos intelectuales y materiales del 11A se encuentran disfrutando las mieles de la revolución. El principal autor intelectual, por cierto, fue claramente señalado por su fiel servidor Arias Cárdenas. Todos ellos saben que los sentenciados no estarán 30 años en la cárcel, sino exactamente el mismo tiempo que les resta a ellos en el poder.

Quien a hierro mata, a hierro muere, reza la conseja popular. El Che, asesino, murió asesinado. El Che venezolano, tarde o temprano, será juzgado y sentenciado por los mismos tribunales que hoy, bajo sus órdenes y en mala hora, juzgan y condenan a inocentes. La justicia tarda, pero no olvida. Mientras ese momento llega, no cometamos el pecado de olvidar.